MI EMBARAZO Y PARTO (I Parte)

Holaaaa a todas, hoy les quiero contar una experiencia muy personal, fue parte de lo que viví al emigrar y dar a luz a Luciano fuera de mi país.

Algunas de ustedes saben que soy una mamá inmigrante, por voluntad de Dios me tocó salir de mi país con un segundo bebé en camino, Aprovecho la oportunidad para recordarle que donde vayan sea fuera o dentro del país, lleven su carpeta de control para facilitar nacimiento del bebe y sus atenciones.

Leandro nació en Venezuela hace 4 años aunque ese día me dieron dolores él nació a través de una Cesaría, fue una decisión familiar. Estoy muy agradecida porque tuvimos un maravilloso equipo que nos dio un maravilloso resultado, con mi segundo hijo es decir Luciano lo habia pensado mucho y no quería que naciera así; quería un parto vaginal, ¿por qué? bueno básicamente porque estaba segura que la recuperación era automática y estando sin mi familia cerca, y en otro país era lo que necesitaba más que a nada, yo necesitaba levantarme inmediatamente, cuidar al bebe sola y además cuidar a Leandro, el hogar y bla bla bla todas sabemos las responsabilidades que tenemos como mamás y amas de casa pero, para lograr mi anhelado parto vaginal yo tenía un complicación y es que al tener como antecedente una cesaría y sin un historial médico que fuera entendido por ellos no era tan fácil. Digo no entendido por ellos, porque en mis primeras consultas tenía que explicar que significaba algunas cosas, lo médicos hablan español pero no entendían mi español. Su sugerencia siempre fue CESÁREA, CESÁREA Y CESÁREA.

¿ Por qué la preocupación y la insistencia?, ¿Por qué tantos pero para mí parto vaginal? Anteriormente era casi imposible tener un parto vaginal después de una cesárea, hoy en día hay más posibilidades pero hay riesgo tanto para la mamá como para el bebé, y el mayor de ellos es la rotura del útero sobre todo si no ha pasado un tiempo recomendado, entre parto y parto (cosa que no era mi caso.)

Durante las últimas semanas de embarazo debía asistir a consulta con una partera religiosamente ella evaluaba mi condiciones físicas, mi peso, mi azúcar, mi presión, mi temperatura etc. etc. y hasta mis dilataciones de manera de asegurarse que todo estaba bien, de hecho me tuvieron que realizar exámenes especiales para asegurarse que todo estaba bien como sida, papanicolau test de infecciones, entre otros aun cuando los traía de Venezuela. (Para ellos es súper importante que de verdad todo este bien.) Cada consulta era un dilema, debía decidir la fecha de la cesaría, por las razones antes mencionadas yo no quería, así que siempre lo postergaba y le confirmaba que yo iba a esperar a ver si Luciano, tomaba la decisión de salir por su buena voluntad, cosa que me desesperaba porque parecía estar muy cómodo en la pancita de mamá. En mi afán de acelerar el proceso caminaba comía chocolate, y tomaba duchas de agua caliente (todos rituales de internet jajaaja) pero ninguno funcionaba. Luciano estaba cómodo y no quería salir y ya las semanas se me estaban agotando así que si no nacía en los próximos 5 días quisiera o no me iban hacer cesária límite eran las 39 semanas.

Mi última consulta era un lunes, ese día tenía que ponerle fecha, así que el sábado me dije sin angustia el lunes tomaremos la decisión, hoy es sabado mejor vamos a salir a caminar por los alrededores cosa que terminó en carrera porque empezó a llover, ni modo nos quedaremos en casa primero tomo un baño de agua calentita, cenamos y nos acostamos felices a ver pelis cuando siento que me hago pipi, es normal que una mujer embarazada haga pipi sin darse cuenta, pareciera que la vejiga es la parte favorita del bebé, entonces me levanto para ir al baño, me cambio y SORPRESA tampón mucoso fuera era el día, siiiiii Luciano decidió salir.

En mi próximo post le cuento como termina la historia…..